En la actualidad se estima que entre un 20 y un 30% 
de niños y adolescentes con autismo no desarrollan lenguaje verbal, o 
tienen un muy bajo nivel de expresión oral. Este aspecto preocupa mucho a
 las familias que ven como sus hijos tienen un muy bajo nivel de 
comunicación, hecho que en muchas ocasiones está relacionado con mayor 
nivel de ensimismamiento o incluso de conductas inadecuadas.
Sin embargo, no se suelen considerar los aspectos 
sensoriales y motrices como un aspecto fundamental a la hora de la 
adquisición del lenguaje verbal en niños con autismo, a pesar de que el 
cuerpo de evidencia es muy grande. Por supuesto se pueden dar otros 
problemas que incidan negativamente en el desarrollo del lenguaje en el 
autismo, aunque la gran mayoría de casos tienen un origen común. Un 
equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham han llevado a cabo una extensa revisión sobre los trabajos de investigación relacionados con este aspecto.
Dentro de los criterios diagnósticos de los 
Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), los únicos aspectos 
relacionados con problemas motóricos están ligados a conductas 
repetitivas y estereotipias motoras, tales como: Aleteos, movimientos 
rítmicos (mecerse), movimientos de manos,… Pero estos no son los únicos 
aspectos relacionados con los aspectos motóricos, también encontramos 
anomalías posturales, caminar errático o rígido, andar de puntillas,… 
Del mismo modo, otros estudios han informado de una marcha “atáxica” en 
adultos con autismo (Hallett et al., 1993), y la reducción de la 
estabilidad postural, especialmente cuando se interrumpe la entrada 
somatosensorial (Minshew et al., 2004). Los déficits en la estabilidad 
postural y la coordinación motora en los individuos con trastornos del 
espectro del autismo se confirmaron a través de un reciente 
meta-análisis realizado por Fournier y colegas (Fournier et al., 2010).
Cada vez más especialistas hablan sobre los 
desordenes sensoriales relacionados con los TEA, y cada vez éstos 
adquieren una mayor relevancia, tanto es así que se empieza a hablar de 
si realmente el autismo no es más que un desorden sensorial severo, el 
cual genera cuadros que se alimentan unos a otros. De la misma forma que
 se considera que el lenguaje es movimiento, y que entra dentro de las 
habilidades motóricas, que, combinadas con la interacción social 
componen la base del ser social. Y este aspecto es uno de los grandes 
afectados en el autismo.
Pero a pesar de que existe una tendencia importante 
relacionada con la conexión entre aspectos sensoriales y los trastornos 
del espectro del autismo, esta visión aun no parece tener el calado 
necesario, se habla de poca evidencia al respecto. Pero como la 
evidencia realmente es más importante de lo que parece, hemos realizado 
un resumen del extenso (y de acceso libre) estudio de revisión llevado a
 cabo por Joseph P. McCleery y colaboradores.
Desarrollo motor temprano
Una de las conclusiones a las que llegan varios 
autores es que los retrasos en el desarrollo motor han sido un hallazgo 
constante en esta población, y de igual forma, estos problemas motóricos
 aparecen de forma previa a la aparición de las deficiencias sociales y 
comunicativas.
Uno de los comportamientos tempranos relacionados con
 el desarrollo motórico se encuentra en las asociaciones con el 
desarrollo del lenguaje, la coordinación vocal-motora y facial-motora 
que surge durante las interacción cara a cara en la primera mitad del 
primer año de vida (Iverson y Fagan, 2004 ) . Durante este tiempo, los 
bebés comienzan a participar en las rutinas de la actividad motora 
vocales y faciales coordinados (como vocalizaciones recíprocas, 
imitación de la apertura de la boca, las expresiones faciales positivas /
 negativas, y la mirada), tanto con familiares como con desconocidos. 
Esta sincronía motórica refleja la coordinación interpersonal de la 
escucha y la producción de la actividad vocal-motora, que puede 
considerarse precursora del desarrollo de la pragmática de temporización
 y de la interacción interpersonal durante la conversación (Colonna et 
al., 2012 ). La evidencia existente sugiere que la naturaleza y el grado
 de esta coordinación infantil temprana y puesta a punto de la actividad
 motora con otros predice el desarrollo socio-emocional y cognitivo 
posterior en bebés con desarrollo normal (Feldman et al., 1996 ).
Para comprender mejor este aspecto sobre la 
interacción visual y motórica entre el niño y la madre (por ej.) les 
incluimos un vídeo sobre el experimento llevado a cabo por el psicólogo 
Edward Tronick. El experimento de la Cara Inexpresiva (o de la Cara 
Quieta), demuestra lo importante que es la conexión entre madre y bebé y
 cómo la comunicación afecta en forma positiva y negativa nuestras 
emociones, reacciones, percepciones y relaciones con el mundo desde 
pequeños.
Los niños en grupos de riesgo para autismo mostraron 
peores resultados en peticiones no verbales (como señalar), o en el 
resto de interacciones típicas de su edad. Tanto los estudios de Yirmiya
 et al. (2006) como los de Brisson et al. (2011) apoyan la hipótesis de 
que el riesgo para el autismo se asocia con una alteración vocal-motora y
 de coordinación a los 4 meses de edad, y que esto tiene importancia 
para el posterior desarrollo de comportamientos lingüísticos y 
pre-lingüísticos.
Pero en lo relativo a los aspectos motrices básicos 
de los bebés (de 5 a 18 meses de edad), como el movimiento de brazos, 
balbuceos, o movimientos destinados a la reciprocidad social, también se
 encontró que los niños que posteriormente fueron diagnosticados con 
autismo, presentaron un desarrollo menor. De la misma forma que en niños
 con autismo, la atención conjunta es más baja que en niños sin autismo.
 Y esta baja atención se ve también en la comparación del desarrollo 
estándar en niños de 10 a 20 meses de edad, de forma que el aprendizaje y
 la comprensión entre palabra y objeto (por ejemplo pelota) se dan con 
un peor rendimiento en niños con autismo. Se presume que este déficit se
 da desde el mismo nacimiento, ya que el proceso del desarrollo 
relacionado con la interacción social, reciprocidad emocional, 
gestualidad e inicio de los balbuceos, se integran en una progresión que
 en los niños con autismo no siempre se da de la forma prevista.
Durante las primeras etapas de la vida del bebé, se 
encuentra que los niños con autismo presentan déficits o retrasos en la 
consecución de hitos relacionados con aspectos motóricos que se cree 
están íntimamente relacionados con las etapas críticas del desarrollo 
del habla. La hipótesis es que estos retrasos en el desarrollo motórico 
están relacionados con el sistema motor central y sus mediadores, 
incluída la corteza cerebral, el circuito frontoestriatal, el cerebelo, 
las regiones visuales que intervienen en la percepción, y el sistema de 
integración sensoriomotriz.

(A)
 Regiones neuronales y los mecanismos implicados en el funcionamiento 
motor y de la percepción de acción, y (B) la coordinación y la 
conectividad neuronal sensoriomotora y la palabra y el funcionamiento 
del lenguaje. 
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Déficits en la “resonancia motora” (o imitación motora inducida) en las personas con autismo
Como el concepto “resonancia motora” (motor 
resonance) es posible que les resulte nuevo, incluimos en la sección 
ANEXOS el artículo “Understanding motor resonance” (Inglés) que da una explicación completa sobre este término. Básicamente la resonancia
 motora se refiere a cómo nuestro sistema motriz actúa en respuesta a 
los movimientos que percibimos en otros, relacionado con el 
funcionamiento de las neuronas espejo,
 aunque en este aspecto existe una inducción imitatoria previa provocada
 por lo que oímos y/o vemos, y que afecta a nuestra planificación 
motora, de forma que no solo a nivel cognitivo comprendemos las acciones
 de los demás, sino que podemos procesarlas para llevarlas a cabo 
nosotros mismos a nivel motriz. Podríamos hablar de una imitación motora
 inducida. Es de suponer que nos permite representar y entender la 
naturaleza y los detalles de las acciones y actividades de otros.
Sobre este 
particular, se especula que en las personas con autismo, esta respuesta 
motora no es igual que en personas con desarrollo típico. Un componente del electroencefalograma (EEG), las ondas MU,
 se bloquean cuando una persona hace un movimiento muscular voluntario. 
Este componente también se bloquea cuando una persona ve a alguien 
realizar la misma acción, este hecho nos sugiere que podemos monitorizar
 la eficiencia de las Neuronas Espejo en base a la supresión de las 
ondas MU. En los niños con autismo se ha observado que la supresión de 
la onda MU, sí se produce cuando realizan un movimiento voluntario, pero
 no cuando observan a alguien realizar la acción, de lo cual se deduce 
que el sistema motor está intacto, pero no así el sistema de neuronas 
espejo. En esta misma línea, en el estudio realizado por Pierce y Redcay
 (2008), utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para descubrir la evidencia de que el Área fusiforme facial
 (FFA) también se activa normalmente en respuesta a caras conocidas, 
pero no en respuesta a caras desconocidas en los niños con autismo. Pero
 estos déficits también se han encontrado en pruebas de un tipo 
específico de potenciales evocados denominado “Potenciales relacionados con eventos”
 (Event-Related Potentials, ERP), donde los niños con autismo 
presentaban una menor respuesta cuando se le mostraban caras de personas
 desconocidas.
Esto implica una menor actividad en la imitación 
motora, donde la inducción espontánea no se da con la misma intensidad 
en niños con que sin autismo. Es por ello, que cuando un niño recibe 
atención temprana dirigida a resolver estos déficits, sus desarrollos en
 el habla y la interacción social presentan una mayor calidad y un mayor
 desarrollo que en niños que no reciben este tipo de atención.
Trabajando la comunicación: Lengua de signos versus SAAC
En el aspecto relacionado con la intervención 
dirigida al desarrollo del lenguaje, vemos como el uso de SAAC (Sistemas
 Alternativos y/o Aumentativos de la Comunicación) producen un mayor 
efecto que el uso de la lengua de signos. De forma que se provoca no 
solo un mayor vocabulario, también una mejor comprensión de los aspectos
 semánticos y pragmáticos del lenguaje. Diversos autores explican 
también que la dificultad de los niños con autismo para poder aprender 
el lenguaje de signos se debe también a los problemas motóricos, aunque 
el mayor cuerpo de evidencia deja claro que el uso de los SAAC promueve 
de forma mucho más fácil y rica el desarrollo de una comunicación 
funcional y del desarrollo del lenguaje y el habla.
Es importante destacar este aspecto, ya que en la 
actualidad en muchos centros de educación especial se sigue primando el 
uso del lenguaje signado para personas con autismo, es importante por 
tanto, que se use la evidencia para mejorar la calidad de la 
intervención.

Sistemas de Comunicación Aumentativa y/o Alternativa intervenciones (SAAC).
Enseñanza de idiomas para niños y terapeuta con lenguaje de signos (izquierda). Imagen del sistema Picture Exchange Communication System (PECS) (derecha) vs. lenguaje de signos (SLT) que utiliza imitación conductista y métodos que prentenden enseñar a los niños a usar la mano, el brazo, la cara, y otras acciones del cuerpo para producir comunicaciones simbólicas. El Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes (PECS) utiliza métodos conductistas para enseñar a los niños a repartir una o más imágenes en una variedad de socios de comunicación, con el fin de solicitar artículos / actividades, responder a preguntas sencillas, y comentarios.
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Enseñanza de idiomas para niños y terapeuta con lenguaje de signos (izquierda). Imagen del sistema Picture Exchange Communication System (PECS) (derecha) vs. lenguaje de signos (SLT) que utiliza imitación conductista y métodos que prentenden enseñar a los niños a usar la mano, el brazo, la cara, y otras acciones del cuerpo para producir comunicaciones simbólicas. El Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes (PECS) utiliza métodos conductistas para enseñar a los niños a repartir una o más imágenes en una variedad de socios de comunicación, con el fin de solicitar artículos / actividades, responder a preguntas sencillas, y comentarios.
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Trabajando la comunicación: Usando modelos motóricos
Una intervención dirigida a los fundamentos neuromotor de la producción del habla es el modelo Prompts for Restructuring Oral Muscular Phonetic Targets
 (PROMPT; Chumpelik, 1984). PROMPT va más allá de la entrada auditiva y 
visual, integrando principios neuromotoricos con conciencia social, 
cinestésica, propioceptiva y para facilitar la producción de sonidos 
claros, el habla y el lenguaje (Hayden, 2002). Además de la manipulación
 de las estructuras de producción de sonidos, PROMPT da mucha 
importancia al movimiento del cuerpo y la estabilidad. Una sesión típica
 PROMPT incluye actividades basadas en el juego o de origen natural que 
pueden alentar a las iniciaciones de interacción por parte del niño. El 
uso de estas iniciaciones o motivadores como una oportunidad 
terapéutica, el terapeuta utiliza el modelado vocal y manipulaciones 
físicas de los mecanismos del habla del niño, ya que intentan 
verbalización. Tales manipulaciones incluyen el tacto, la presión, la 
posición y el movimiento para promover la integración estructural dentro
 del aparato vocal del niño.
Otro tipo de intervención es la denominada Auditory-Motor Mapping Training
 (AMMT; Wan et al, 2009). El sistema se basa en la combinación de una 
entonación determinada acompañada por el sonido de un par de tambores, 
de esta forma se facilita el mapeo audiomotor. Esto es muy similar al 
sistema usado por los bebés para la creación de estadísticas y patrones 
de lenguaje. El terapeuta introduce las palabras o frases en forma de 
canción mientras toca los tambores de forma acompasada. Este acto se 
realiza de manera muy estructurada y repetitiva. Esta respuesta positiva
 está relacionada con el interés y calidad empática del niño con autismo
 hacia la música, y convierte la terapia en algo agradable para el niño.
 El binomio canto-percusión activa las regiones cerebrales involucradas 
en los aspectos visuales, auditivos, motores y representaciones mentales
 de tales acciones. Esta involucración afecta al lóbulo temporal, las 
regiones frontal, posterior y media, las cuales se presume son las 
relacionadas con las neuronas espejo. La zona frontoparietal está 
relacionada con la parte motora, que según la teoría de las neuronas 
espejo, se activa no solo cuando ejecutamos la acción, sino cuando la 
vemos u oímos. Disponen de más información en el artículo “Un nuevo método para facilitar el lenguaje en niños no verbales con autismo”.
Trabajando la comunicación: Usando estimulación electromagnética
Se analizan dos técnicas diferentes: Transcranial Direct Current Stimulation (tDCS) y Transcranial Magnetic Stimulation
 (TMS – Estimulación Magnética Transcraneal). Son métodos a través del 
cual la corriente eléctrica de baja intensidad intracraneal se aplica a 
la corteza cerebral, considerándose estas técnicas como no invasivas. 
Destacar que son relativamente nuevas y que aun e encuentran en fase de 
experimentación. Ambas técnicas en pequeños ensayos han reportado 
resultados positivos, aunque es importante destacar que solo parece ser 
efectivo en autismo de alto funcionamiento y asperger.

El
 niño también lleva una banda de electrodo en la sesión Transcranial 
Direct Current Stimulation (tDCS). Aquí, el terapeuta PROMPT administra 
un símbolo físico al sistema vocal-motor del niño, a fin de facilitar la
 producción de un objetivo del habla, mientras que el electrodo tDCS se 
aplica una corriente continua a la corteza frontal inferior izquierda. 
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Trabajando la comunicación: Intervenciones dirigidas a actividades de sincronización motora
Estos métodos basan la intervención en modelos de 
juego dirigido. Los objetivos están dirigidos a la comunicación, 
actividades sociales, interacción con pares y desarrollo del lenguaje. 
Investigaciones extensas y de gran escala han demostrado que estas 
intervenciones pueden aumentar las habilidades de lenguaje y 
comunicación generalizadas y espontáneas (Koegel y Koegel, 2006), 
mejorar las condiciones sociales y habilidades de juego (Pierce y 
Schreibman, 1995; Stahmer, 1995), disminuir la conducta inapropiada 
(Koegel et al., 2005), y mejorar la motivación y el rendimiento 
académico (Koegel et al., 2010).
Trabajando la comunicación: Early Start Denver Model (ESDM)
El Early Start Denver Model
 (ESDM) tiene un componente basado también en el juego, pero orientado a
 la motivación del niño para aumentar las relaciones sociales. La 
intervención para cada niño se basa en una lista de verificación: 
Curriculum estructurado, dirigido específicamente a las habilidades 
basadas en el desarrollo socio-interactivo, habilidades sociales 
comunicativas, habilidades cognitivas, lenguaje, imitación, habilidades 
motoras finas y gruesas, habilidades de auto-ayuda, y conductas 
adaptativas (Rogers y Dawson, 2009). Los estudios llevados a cabo 
demostraron mejoras significativas en las puntuaciones de la conducta 
adaptativa y el coeficiente intelectual. 
Trabajando la comunicación: >Intervención de imitación recíproca 
El Reciprocal Imitation Training (RIT – 
Intervención de imitación recíproca) es una intervención desarrollada 
recientemente cuyos principales objetivos se basan en gestos de acción/imitación en niños con autismo (Ingersoll y Schreibman, 2006). Siguiendo los mismos principios básicos como el Pivotal Response Treatment
 (PRT) y el ESDM, pero dirigido por el niño e incorpora estrategias de 
motivación para facilitar la participación y el aprendizaje.
Fue desarrollado sobre la base de que la imitación 
naturalista de acciones es una herramienta de aprendizaje social crítica
 que contribuye a los avances en el desarrollo social y cognitivo de los
 lactantes y niños (Meltzoff y Moore, 1977; Bates et al, 1979;. Fiese, 
1990; Uzgiris, 1991; Carpenter et al, 1998;. Charman et al, 2000, 2003;.
 Stone y Yoder, 2001), y se deteriora de manera significativa en los 
niños con autismo (Curcio, 1978; Dawson y Adams, 1984; Stone et al. , 
1997;. Williams et al, 2004). En esencia, las sesiones de intervención 
RIT están diseñadas para crear situaciones de toma de turnos en curso 
mediante el cual el terapeuta y el niño se imitan mutuamente.
Dado el carácter dinámico y eficaz de estos métodos 
basados en el juego, la acción recíproca y las intervenciones orientadas
 sincronía, la ESDM y RIT parecen aumentar la sincronía terapeuta-niño y
 aspectos motóricos y sociales (por ejemplo, la coordinación temporal de
 los movimientos) y el compromiso social (véase también Landa et . al, 
2010). Este aumento de la coordinación motora y compromiso social 
también puede aumentar la atención social y los mecanismos de resonancia
 motora (imitación motora inducida) en estos niños.

Niño
 y terapeuta durante una sesión Reciprocal Imitation Training (RIT). RIT
 implica que el terapeuta imita las acciones y gestos del niño, así como
 el modelado de las acciones y gestos apropiadas para el desarrollo de 
la imitación, en un contexto de juego. El niño se anima a imitar, hasta 
que se establece la imitación recíproca espontánea regular. 
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Foto: Copyright © 2013 McCleery, Elliott, Sampanis and Stefanidou.
Conclusiones
Entre los datos aportados por la revisión de los 
diferentes estudios relacionados cabe destacar que la intervención 
temprana es básica y fundamental para el desarrollo integral del niño 
con autismo. Que el lenguaje signado no es una intervención adecuada 
para potenciar el desarrollo de la comunicación, y que el uso de SAAC es
 mucho más adecuado y eficaz. Que las diferentes técnicas y metodologías
 que se están llevando a cabo, presentan un fuerte componente 
sensoriomotriz, y que los resultados de la combinación entre aspectos 
sensoriales, motrices y conductuales, mejoran sustancialmente la 
capacidad de aprendizaje y avances significativos en el área de lenguaje
 y la comunicación, y por tanto, se mejora de forma sustancial la 
calidad de la interacción social del niño.
Los resultados de los estudios son muy prometedores 
en tanto en cuanto nos presentan metodologías efectivas y que generan 
avances significativos y duraderos. Así mismo, cada vez adquiere más 
relevancia el hecho de que los problemas motóricos y sensoriales, son 
parte del problema, pero también de la solución. Y que cada vez más, las
 técnicas de trabajo se alejan de modelos puramente conductuales, para 
pasar a ser modelos combinados de intervención.
Bibliografía:
McCleery
 JP, Elliott NA, Sampanis DS and Stefanidou CA (2013). Motor development
 and motor resonance difficulties in autism: relevance to early 
intervention for language and communication skills Frontiers in 
Integrative Neuroscience
ANEXOS:
Understanding motor resonance. Sebo Uithol, Iris van Rooij, Harold Bekkering, Pim Haselager Social Neuroscience Vol. 6, Iss. 4, 2011
http://autismodiario.org/2014/08/13/el-desarrollo-del-lenguaje-en-el-autismo-y-su-relacion-con-aspectos-sensoriales-y-motrices/
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